Diana quería que le hiciera su ramo de novia.
Al principio teníamos claro que sería de margaritas y eucalipto,pensaba en añadir también craspedias y tal vez algún tipo de hoja más...
La tarde anterior quedé con ella para elaborarlo juntas...
A mí me venía y otra vez a la cabeza un ramo más sencillo, eucalipto y solidago, una flor amarilla menuda...Pero no tenía claro que a Diana le fuera a gustar.
Cuando lo vimos en nuestras manos, las dos supimos que era ESE.
Si creo que hay algo que viste a una novia es el ramo.
Pero sobre todo una sonrisa.
Es el mejor traje que una se puede poner ese día.
Estaba atardeciendo...
Nunca olvidaré ese momento mágico en el que, mientras Diana se relajaba con los pies descalzos sobre la hierba y mi compañera Marta le hacía Zen, yo le elaboraba su ramo.
Entonces pensaba que cuánto de especial es este trabajo que escribe, en uno de los días más importantes de una persona, un renglón recto y para toda la vida.
Gracias Diana.
mart a.