Cuando se contrata una boda en la Quinta La Muñoza sabes que todo va incluido.
En el apartado decorativo ofrecen distintas posibilidades de mantelerías, que en este caso los novios eligieron de lino, mitad piedra y mitad piedra con grandes flores rosa. Puedes elegir los centros de las mesas entre infinitas posibilidades de flores, puesto que Miguel, el florista, las encarga directamente a Holanda (en este caso fueron variedades blancas y hojas verdes) y también elabora los distintos bodegones que reparten a lo largo de la casa.
También ofrecen unos caballetes blancos para el protocolo, dónde ponen unos cuadros de tela y unas hojas sujetas con mini pinzas de madera, unos carteles de hierro pintado para los números de las mesas.
Muy bonito todo, así que ninguna necesidad de buscar alternativas.
Por eso no tuve que hacer nada más que añadir un detalle para cada invitado.
Y entre los invitados había niños-adultos. De los que ya superan los 11, los 15
(incluso de esos que se fuman a escondidas algún puro)
;0)
De esos que, por mucho que crezcan y que llegue a gustarles el mascar tabaco, nunca superarán el placer de mascar gominolas
mart a.