Este es uno de mis últimos trabajos este verano.
Carla quería para su comunión a principios de agosto sus alas, su trenza larga repleta de flores, el color malva, espigas…
Pero su papá pocos días antes pasó un gran bache que hizo que cambiara la fecha prevista…
Su mamá no se asustó por aquello, cambió de día, cruzó los dedos, fue optimista y me escribió una frase que resumía como se sentía en esos duros momentos.
Yo no estuve el viernes pasado allí, pero estoy segura de que habló del amor y que al final añadió esa gran frase:
marta.
Descanso unos días por aquí, porque se avecinan bodas!
Nos vemos pronto...