"Lo que no he hablado en un mes lo voy a hablar hoy, todo seguido"
mart a.
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El día 11 del 11 del 11, fecha mágica, el Club del Tupper empezó su andadura, entre bambalinas. El lunes cumplía dos años este Club que nació con vocación de crecimiento en la cocina y que con el tiempo ha ido dejando paso a un vacío en las recetas y un re-lleno en los whatsapp (creo que es básicamente la razón del por qué no se ha vuelto a saber nada de nuestras propuestas y elaboraciones: gastamos nuestras energías en teclear más que en batir)
Todo quedó estancando en marzo de este año, cuando a raiz de mi turno lancé el reto: hacer lo que más temiéramos a la hora de cocinar. Para mí, si alguien recuerda, algo que había hecho infinidad de veces, pero que no me había salido nunca bien y que unía otro handicap: la temida manga pastelera (no hay cosa que no haga con este aparato que no acabe desparramado por todas las superficies, tanto horizontales como verticales).
Por entonces hice unos pocos y descubrí mi fallo, porque siempre los había hecho a mano: no los batía lo suficiente! Pero esa vez usé la máquina amasadora batidora supersónica que gané en aquel concurso organizado por Silvia hace ya dos años y entonces SÍ, eso eran merengues!.
Tanto que no duraron ni una sentada y no hubo ni fotos.
Pasó marzo, pasó abril...y ya estaba la procrastinación asegurada.
Y así hasta esta semana que prometí, por estas, que esto volvía a ponerse en marcha y que por mi parte, esto ya no se estancaba más.
Y también os invito a visitar el post de esta semana tan bonito que le dedicó a este Club Elisa, de decora tu alma, si queréis conocer un poquito más sobre él.
Yo dejo constancia de mis merengues , firmes, muy firmes, ricos, muy ricos, dulces, muy dulces..
RECETA
Utilicé 3 claras, vainilla de una vaina, azúcar {100 gr. aproximadamente, a ojo, según iba viendo que se incorporaban, iba añadiendo}
Batir a velocidad alta, mucho y venga...y cuando están firmes, que se nota, a la manga pastelera.
(esta vez me compré un chisme de hierro con palanca, qué para qué contaros, paciencia, sudor y pringue...)
Hice de dos tamaños sobre papel sulfurizado en la bandeja del horno.
(los chiquitines son muy majos para zamparlos de un bocao, pero para saborear el centro, ese que se queda cremosito, lo mejor es hacerlos grandes, y si tenéis en cápsulas de papel para no perderle ni un milímetro al vicio)
Espolvoreé algunos con cacao puro en polvo Valor.
Al horno una hora y media a 90º precalentado.
Y cuando creí que estaban, porque se notaban crujientes por fuera pero blanditos por dentro, los saqué.
Ñam
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Ayer me senté delante de ellos durante una hora, desde que el sol les daba directamente por la ventana hasta que se puso. Y os aseguro que fueron cayendo despacito, pero sin pausa.
mart a.
Nos vemos en el próximo reto, el de Navidad, de Paula holamama.
Con ella se cierra un ciclo y se abre otro, que promete ser igual de bueno, o mejor.
Felicidades Club!