A la entrada de la cúpula del Palacio de los Velada pusimos uno de los protocolos con los sitios asignados para comensal.
En el claustro superior, donde se iba a servir el cóctel previo a la cena, preparamos otro.
Las golondrinas andaban revoloteando y lo llenaron todo de plumas, plumas, plumas…
mart a.