Hola.
Ya de vuelta en casa.
El miércoles pasado tenía previsto ir hasta Gijón y en el último momento pensé: me llevo a los niños y nos quedamos unos días.Y dicho y hecho.
Pero ese mismo fin de semana se llevaba a cabo el XIV Certamen de Ávila en tapas, al que llevo presentando cuatro años algunas creaciones propias y alguna inspirada.
Por eso antes de irme dejé todo bien atado, que los remordimientos no me hubieran dejado disfrutar y desconectar en condiciones.
Estando allí seguimos muy atentamente los acontecimientos y el desarrollo del Certamen y el domingo por la mañana recibíamos, camino de la playa (uhmmm) la noticia de que estábamos entre los finalistas seleccionados.
Hasta ahí llegó la cosa, pero se nos ha quedado una satisfacción en el cuerpo de las que alimentan.
La tapa muy rica, que es hija mía, a ver...Pero es que está muy rica.Os lo cuento
Se llama Panna Cotta, y como podéis imaginar es una Panna Cotta, postre típico italiano de gelatina dulce de nata que en este caso transformé en salado.
Una Panna Cotta de quesos y con un acompañamiento de mezcla de sabor muy especial: salmón ahumado, pistachos, caramelo pulverizado de ralladura de naranja y un toque de acite de cardamomo.
Presentado en tarros de cristal (al final sin tapa para que se viera a primer golpe de vista el color y las texturas) con una cucharita muy larga y sobre unas tablas de madera a las que añadí una cuerda de yute.
(que si es mío, que se note :0)
Estooo....ÑAM!
mart a.
Si queréis tomarla aún estáis a tiempo en
cafetería
1966 mangas
Ávila
Que nos las quitan de las manos, oiga...