El sábado 19 amaneció nublado, amenazando lluvia y con un peso cargado a sus espaldas que probablemente él no eligió: pasar a la historia como "Jornada de reflexión".
También fue la mañana en la que marta m. (aunque hace meses que no escribe, se acuerda mucho de vosotros) me envió un paquete...
Y no porque fuera sábado 19.
Porque sí...
Porque hay jornadas de reflexión que podrían pasarse con cupcakes o cake pops pero que, indudablemente, pasan mejor si se acompañan de tortas de chicharrones y anisillos...
Ahora, en el día después y tomando el último pedacito, no queda otra si no esperar a ver si en la próxima jornada lo que tengamos que tomar sea un whisky para celebrar...
o para olvidar penas!
mart a.