Sintra.
Desde nuestra casa de vacaciones a través de los bosques de la sierra y por carreteras serpenteantes que merece la pena recorrer una y otra vez, llegamos a la Villa...
Lo primero la Quinta de Regaleira, desde la que se puede ver el Palacio da Pena y el Castelo do Mouros, arriba vigilando.
Aparcar ahí y hacer el pequeño recorrido que falta andando para empezar a inhalar el aire que se respira a Patrimonio de la Humanidad...
Lo mejor, no hacerlo en domingo...
O si es así esperar a que anochezca y empiece a retirarse el tumulto..
Disfrutar de sus calles y dejarse perder...
Tomar bacalhau á bràs con fado de fondo y hablar con los lugareños.
Sentirse parte de todo ello.
Me queda aún mucho por descubrirte.
Volveré.
mart a.