a Claudia...
le gusta muuuucho el rosa
y su habitación lo era...muy rosa.
pero llegaron las brujas martas malvadas y dieron un vuelco a su mundo rosa.
Fuera, fuera...gritaba con cariño la bruja malvada m.
Sus muebles desaparecieron...
Fuera ese color!!!ejecutaba con firmeza m.
El color de su pared rosa, su colcha de cuadros rosas...
su cabecero de madera...
Quiero mi habitación rosasss!!! gemía Claudia...
Sólo le respetaron los cojines y un poquito de rosa...
le pintaron la pared de arena
le tapizaron el cabecero de rafia...
le compraron una mesilla blanca...
de repente...
la bruja malvada a., ohhhhh, le pintó algo en la pared...!!!
con una mariposa ..ahhh bueno, rosa y gris!!!
(lástima que la bruja a., como bruja que era, todavía no sabía hacer buenas fotos manuales...)
vaya, piensa Claudia...
(las brujas, ya no lo parecen tanto...)
je suis unne bonne fée, le susurra la bruja malvada a. al oido...
y, desde entonces, Claudia duerme feliz en su mundo rosa imaginario...
Sin temer nunca más a brujas malvada*S...
porque en el fondo, muy fondo, sólo son dos hadas
...y colorín...
mart a.