Cuando volvíamos al atardecer de la playa de Adraga pasábamos por el pueblo y por una fachada marrón chocolate...
Intuía por un par de pálpitos que algo bueno se escondía tras esos barrotes de madera, pero siempre estaba cerrado a esas horas.
Una mañana les dije a los chicos...parad un momentito que tengo cosas importantes que hacer.
Resultó ser una tienda, show-room, espacio para fiestas y eventos, decoración, magia....
Compuesta por varios pabellones y en cada uno sorpresas que no te esperas.
Que me gusta a mí tener pálpitos.
mart a.
5 comments:
Donde pone el ojo pone la bala la tía!
Genial!
; )
Un lugar precioso, lleno de encanto por todos los rincones. Vaya ojo y buen gusto que tienes.
Si es que las casualidades no exiten, si algo nos da al ojo...
Menudo hallazgo. Un lugar que merece ser visitado..
Pufff es de esos sitios que a mi me gustan. Gracias por compartirlo. Besos.
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